Como estrenar una BMW GS de 1995

Situación y estado en que se encuentra la BMW GS 1995

La BMW GS cumplió este mes 27 años. Sin embargo, no sólo no ha rodado, sino que tampoco se ha encendido y, de hecho, ni siquiera se usó. Por esta razón, quien finalmente la adquiera será para tenerla de colección; es decir, para exhibirla en su garaje, alguna parte de su hogar o empresa y mantenerla allí.

Cabe destacar que la batería de esta moto de la marca alemana se encuentra completamente descargada e imposible de recuperar. Se trata además de un vehículo de dos ruedas que jamás se matriculó y que, en caso de que pudiera encenderse para utilizarse, incumpliría con la norma Euro 5 y con otras de contaminación y seguridad.

Estado óptimo y piezas completamente originales

Por lo tanto, el hecho de que la BMW esté en una caja y que nunca haya rodado implica que sus diferentes partes y piezas son originales. También que carecen de golpes, ralladuras o marcas propias de un dueño como cualquier motocicleta o vehículo usado.

De esta manera, la BMW R100 GS PD es ideal para exhibir. Como si fuese poco, su diseño e impronta agresiva y deportiva resulta ideal para cualquier fan de los vehículos de dos ruedas. Y su antigüedad de casi tres décadas la proclama como un ícono que muchos anhelan.

Asimismo, la persona que finalmente la adquiera deberá asumir un compromiso constante: hacer todo lo posible para que la motocicleta conserve su estado. ¿Cómo? Pasándole un trapo cada cierto lapso de tiempo (dependiendo del sitio donde se encuentre), verificar que el cardan no pierda aceite e incluso que los neumáticos mantienen la presión, entre otras.

¿Puede la BMW GS ser una de las subastas más caras?

Si bien es el anhelo de cientos de personas como consecuencia de las cualidades descritas, no se espera que la subasta final supere, por ejemplo, los 100.000 dólares. ¿Por qué? Porque no se trata de la última moto de un actor fallecido o de alguien muy importante.

De todos modos, el valor actual se acerca a los 50000 dólares, por lo que, siguiendo este ritmo, puede posicionarse entre las 10 subastas más caras de la historia, o al menos de las últimas décadas.