Los motos cafe racer siguen teniendo un gran tirón dentro de los aficionados a las motocicletas y el fabricante indio Royal Enfield ha lanzado una nueva versión sobre uno de sus últimos modelos, la Royal Enfield Continental GT Black.
Motos Cafe Racer – Royal Enfield Continental GT Black
La marca india Royal Enfield está viviendo en los últimos años un considerable aumento en ventas en todo el mundo y muestra de ello, es que próximamente comenzará a producir también motocicletas en Europa, un mercado donde piensa expandirse.
Para ello y aun en fase de desarrollo, tiene previsto el lanzamiento de varios modelos de cara a los próximos años y que tendrán la supervisión de Pierre Terblanche. El diseñador que hasta hace poco trabajaba para Confederate Motorcycles será el encargado del diseño de estos nuevos modelos de motos Royal Enfield.
Esta nueva versión «Black» de la moto cafe racer de Royal Enfield viene a unirse a las dos versiones existentes, en acabados en rojo y amarillo. Monta un motor monocilindrico de 535 cc, sin grandes «aspavientos» y con reminiscencias del modelo de los años 60. Las importantes cifras de potencia no serán su fuerte, que se basa en un diseño retro.
La postura de conducción es la típica en estos modelos, aunque el asiento ha sido rediseñado y viene en un acabado en color marrón y con costuras, así como las estriberas, que se han retrasado para favorecer esta posición de pilotaje. El sistema de frenos viene firmado por Brembo y montará un disco delantero de 300 mm y uno trasero de 240 mm, sin ABS. El cuadro de instrumentos es al más estilo retro, con dos relojes donde poder ver la información básica de la moto.
La suspensión delantera también ha sido revisada, montando ahora nuevos componentes internos en una horquilla convencional, mientras que en la parte trasera monta dos mono amortiguadores. Por lo que respecta al chasis, utiliza el ya conocido doble cuna, donde aloja el motor.
Prueba Royal Enfield Continental GT
Prueba Royal Enfield Continental GT, una moto estilo retro vintage con esencia de cafe racer pero completamente actualizada que no destaca por sus prestaciones pero si por su diseño y las miradas que despierta entre los transeúntes.
La marca india Royal Enfield está en un ambicioso proyecto de expansión por Europa y uno de sus mercados más importantes puede ser España. La gama de motos de Royal Enfield está dividida en tres segmentos, la cafe racer, la que nos ocupa, las Classic y la Bullet. Hemos probado la tres y en esta primera entrega, nos ponemos a lo manos durante una semana de la Continental GT.
Para los amantes de las motos cafe racer y que no quiere o no pueden realizar su propia personalización de una moto de serie, hay interesantes opciones en el mercado y una de ellas sería esta Royal Enfield Continental GT. Por menos de 6.000 euros tendrás una moto con un estilo muy retro y unos acabados de calidad, un diseño atractivo y que permite tanto su uso diario como para realizar rutas, a ritmo tranquilo.
Prueba Royal Enfield Continental GT – Ciudad y Autovía
Lo primero que puede llamar la atención de esta Royal Enfield Continental GT es su diseño. En esta unidad de prueba de color negro, el asiento monoposto de cuero marrón destaca y te hace retrotraerte a los años 50 y 60. El uso contenido de los cromados, la simpleza de las líneas y la presencia del motor, denotan que estamos antes una moto cafe racer.
Pese a que las motos cafe racer eran de corte deportivo, nada más subirte te adaptas a la posición de conducción. Nada forzada para circular por ciudad y que te permite moverte entre el tráfico urbano con facilidad. Pese a sus 184 Kg. la Continental GT se muestra liviana en los cambios de dirección, algo que en carretera de curvas se pone de manifiesto.
Arrancamos la Royal Enfield Continental GT y su motor monocilíndrico de 535 cc empieza a rugir y vibrar. Esto último será una constante y en algunas situaciones llega a ser demasiado patente. Con sus 29 CV de potencia y un par motor de 44 Nm a 4000 rpm la GT es la más potente de las opciones de Royal Enfield, pero para aquellos usuarios que no vayan buscando prestaciones, es más que suficiente para el día a día.
En ciudad, la Royal Enfield Continental GT se comporta de manera muy adecuada, su estrechez te permite situarte entre los automóviles y llegar a la línea del semáforo en primera posición. Ten por seguro, que despertarás más de una mirada, su aspecto de moto retro no deja indiferente a nadie y su sonido, tampoco. El monocilindrico y el escape tipo «trompeta» avisan de tu llegada.
La Continental GT dispone de un cambio de cinco marchas de funcionamiento correcto, pero con una holgura final que te lleva a que siempre estés buscando la sexta. El punto muerto y la entrada de marchas son límpias y efectivas. El rango de rpm donde la GT se mueve a gusto es entre las 2.000 y 3.000, por lo que cuando intentas exprimir su motor, las vibraciones se hacen patentes.
En autovía y como buena moto cafe racer, la protección aerodinámica es nula e inexistente, por lo que aprovechando el amplio asiento monoposto, puedes retrasar la posición y agacharte hasta el depósito. Esta posición de conducción muy deportiva en los años 50 y 60 te lleva a valorar a aquellos aguerridos pilotos que con sus cafe racer se jugaban más que la honra.
La velocidad máxima de la Royal Enfield Continental GT en autovía no pone en peligro tus puntos del carnet de conducir, porque superar los 120 km/h. no es aconsejable, porque el nivel de vibraciones del motor monocilindrico aumenta exponencialmente.
El sistema de frenado que incorpora la GT es básico comparado con lo que hoy en día podemos encontrar en otro tipo de motos, pero cumple a la perfección su cometido. Un disco delantero de 300 mm con pinza de 2 pistones frena la GT sin ningún tipo de problema aunque no disponga de ABS. El trasero, con sus 153 mm ayuda en caso de frenada brusca.
Prueba Royal Enfield Continental GT – Carretera de curvas
Pero en esta prueba de la Royal Enfield Continental GT había que buscarle sus puntos fuertes y las carreteras convencionales y porque nó, una carretera de curvas, también son escenarios donde se desenvuelve con total facilidad. Si la autovía no es su espacio, en una carretera convencional puedes mantener un ritmo de 90 – 100 disfrutando simplemente de la conducción.
La GT disfruta en este tipo de carreteras y aunque la vibraciones de su motor disminuyen cuando aumenta su temperatura, siguen presentes y dificultan la visión por los espejos retrovisores. En una carretera de montaña con curvas, también puedes disfrutar de esta moto cafe racer, pero debes de hacerlo a su estilo. Olvídate de descolgar o de adoptar posturas, la mejor manera es enlazando curvas a un medio régimen.
En esta situación es cuando la Royal Enfield Continental GT muestra lo divertida que puede llegar a ser en una carretera de montaña y donde te muestra a su vez, que no necesitas 150 CV para sonreír dentro del casco y apreciar una ruta en moto. Obviamente, su motor entrega la potencia en un abanico de rpm que te obliga a ir jugando con el cambio para seguir manteniendo el ritmo.
En carretera de montaña con curvas, la suspensión delantera de la Royal Enfield Continental GT se mostró eficiente dentro de sus limitaciones y su horquilla convencional con barras de 41 mm ofrece un funcionamiento correcto. La suspensión trasera con amortiguadores de gas firmados por Paioli son algo duros, pero se pueden ajustar al gusto del consumidor.
Cuando afrontas curvas cerradas con la Continental GT pese a sus 184 kg. es más fácil de mover y levantar de lo que en un principio puede parecer. La respuesta del motor es rápida si necesitas bajar una marcha en la salida de la curva y afrontar la siguiente.
Prueba Royal Enfield Continental GT – Opiniones finales
Durante la prueba de la Royal Enfield Continental GT se ponen de manifiesto dos puntos; no se necesitan muchos CV para divertirse y la moda de las motos cafe racer o estilo retro ha llegado para quedarse. En ciudad, la GT despertó muchas miradas y atención por su corte clásico, algo poco habitual en la jungla de los scooters de 125.
Pese a sus cifras de potencia, puedes disfrutar de una ruta en una carretera de montaña, eso sí, a otro ritmo y de otra manera. El consumo de la GT se mostró contenido durante toda la prueba y pese a exprimir su motor no superó los 4 litros cada 100 km.
√ Nos ha gustado
- Comportamiento general
- Acabados
- Diseño y estética
- Reducido consumo
× A mejorar
- Vibraciones
- Funcionamiento del cambio
Prueba Royal Enfield Classic.
En esta ocasión volvemos a subirnos a una moto clásica de estilo retro, pero muy actual, la nueva Royal Enfield Classic. Una moto que cuenta claramente con un diseño de moto clásica, pero que impacta desde el primer momento que la ves, ya que la estética con la que cuenta, te transporta a los años 40-50, época en la que está inspirada este modelo.
Lo primero que vemos de la Royal Enfield Classic es su motor, un monocilindrico de 500 cc con una potencia de 28 cv declarados con un par de potencia de 41 Nm a 4200 revoluciones, todo esto con un peso de 190 kilogramos. Aunque según mi opinión, si estas planteándote este estilo de moto, las especificaciones técnicas no son lo más importante.
Nos encontramos ante una moto que visualmente cuenta con un diseño elegante y es que el contraste entre el color classic tan y los cromados, es muy bueno y sin ser demasiado sobrecargados estos últimos. Un diseño clásico y que destaca por su asiento individual y los típicos muelles.
Su bajo y tradicional sistema de escape cromado, las llantas de radios y sus faros e intermitentes clásicos dan un conjunto perfecto en diseño, que junto con un cuadro de instrumentos completamente analógico, nos lleva varias décadas atrás en el tiempo.
Pasando a la prueba de la Royal Enfield Classic hay que tener una cosa clara, es una moto clásica en todo su concepto, por lo que hay que adaptar la conducción a lo que es. Nos encontramos ante una moto que puede ser perfecta para el día a día, tanto en ciudad como en carretera, o para disfrutar de un paseo los fines de semana, pero siempre teniendo en cuenta que no vamos a buscar tiempos.
Parece que la Royal Enfield Classic haya sido diseñada para circular por ciudad, y es que se trata de una moto estrecha, con una posición de conducción, que aparte de cómoda, nos deja total libertad, con las piernas cómodamente ubicadas para poder apoyarnos o para ir zigzagueando entre coches.
Una de los aspectos que mas me han llamado la atención, aparte de las vibraciones de su motor monocilindrico, es su diseño y que atrae las miradas. No puedes evitar sentirte observado por algún transeúnte o por algún antiguo motero que recuerda su juventud o hasta ese nieto que recuerda las fotos de su abuelo en moto.
Cuando pasamos a la autovía es donde más nos damos cuenta de la posición de conducción, que, aunque es cómoda, al ir en posición muy erguida nos encontramos que todo el aire nos da en el pecho ya que la protección es nula, pero aun con este “problema” no se hace complicado recorrer distancias medias a una velocidad constante de 110 kilómetros.
Al final encontramos cual es el asfalto que mejor le sienta a esta moto, y es que las carreteras convencionales parece que sean su territorio. En este tipo de carretera la Royal Enfield Classic encuentra su espacio y no es necesario subir demasiado de revoluciones del motor, ni pasar de los 100 km/h para disfrutar de la conducción, además evitamos la mayor parte de las vibraciones que produce su motor monocilindrico y entre otras cosas podemos usar los retrovisores.
El apartado de la suspensión y frenada es algo escaso, aunque no debemos olvidar para que esta diseñado esta moto, y no es para exigirle al máximo, aunque cumplen a la perfección para el uso para el que diseñada.
Al final de la prueba nos quedamos con dos cosas claras, visualmente nos encanta esta Royal Enfield Classic 500, pero después de probarla y teniendo claro cuál es el uso de esta moto, es que nos gusta. Un punto a favor de la marca es que antes de adquirirla nos ofrecen hacer una prueba de ella para que tengamos claro si es la moto que se adapta a nuestras necesidades.
- Comportamiento general
- Acabados
- Diseño y estética
- Reducido consumo
- Vibraciones
- Funcionamiento del cambio