El Gran Premio de la Comunitat Valenciana, disputado en el Circuito Ricardo Tormo, era el escenario donde Valentino Rossi ponía fin a su carrera deportiva en MotoGP, el «ultimo baile» donde durante todo el fin de semana se convertía en el gran protagonista, en el día que colgaba el casco y se convertía en Leyenda del Motociclismo.
Desde el mismo jueves del ValenciaGP se iniciaban los homenajes a VR46 con la exposición de las 9 motos con las que se proclamó campeón del mundo, con las Aprilia de 125cc y 250cc, la Honda 500cc y las MotoGP tanto de la marca del «ala dorada» como las cuatro Yamaha con las que el piloto de Tavullia se proclamó campeón.
Otro de los homenajes más destacados para el piloto italiano en este ValenciaGP era el mural que a partir de ahora lucirá en la torre del trazado valencia que el mismo firmaba y que quedará ya para el recuerdo de todos los aficionados. Además se descubría un mural donde el paddock se despedía de Rossi y le dejaba sus mensajes de agradecimiento por su excelsa carrera deportiva.
Como no podía se de otra manera, desde el mismo viernes, las gradas se llenaban del «color amarillo» del piloto italiano y que los miles de aficionados del nueve veces campeón del mundo han lucido desde hace muchos años. Las gradas se llenaban con banderas y mensajes de apoyo al piloto de Yamaha en su último gran premio.
En este último gran premio para Valentino Rossi lo menos era el resultado, pero el piloto italiano partía desde la décima posición de parrilla y en una carrera con buena climatología, el piloto de Yamaha mantenía la posición, mostrando que a sus 42 años, aún podía mantenerse al máximo nivel del mejor campeonato del mundo del motociclismo.
En las tres categorías, los pilotos de la Academia de VR46 rendían homenaje a Rossi, luciendo algunos de los cascos más icónicos que el piloto italiano lució durante su carrera. De esta forma querían agradecer la labor de Rossi para potenciar la cantera del motociclismo italiano, pero la explosión se producía en el trazado valencia, como suele ser habitual, con una traca en honor del 9 veces campeón del mundo.
Valentino Rossi se paraba delante de la afición, de «su» afición y mostraba el agradecimiento que les tiene y les tendrá por haberlo llevado a lo más alto y las muestras de cariño, eran mutuas, pero no acaban aquí.
El piloto italiano entraba por última vez en el pit-lane y como ya ocurriera en 2015, aunque en circunstancias muy distintas, casi todo el paddock estaba ahí para mostrarle su respeto, su agradecimiento y su cariño, antes que se bajara de su querida Yamaha YZR-M1, por última vez.
Hasta «su moto«, la YZR-M1 le enviaba un tierno mensaje a través de un comunicado de prensa que remitía la marca japonesa y que reza lo siguiente:
«Puedo recordar el sábado 24 de enero de 2004 como si fuera ayer.
Nuestra primera cita en Malasia.
Había estado esperando a alguien como tú durante tanto tiempo.
Estaba nervioso, pero fue amor a primera vista para los dos.
Supe al instante que nuestra relación sería algo verdaderamente especial.
Tuvimos esa innegable chispa única en la vida, y todas las piezas del rompecabezas simplemente se unieron.
Nunca olvidaré cómo nos detuvimos en el césped en Welkom en 2004. Solo nosotros dos, dándonos cuenta de que tú y yo teníamos
razón, y que esto era solo el comienzo.
Ganamos cuatro títulos de MotoGP y 56 carreras juntos.
Llevamos alegría a millones de personas en todo el mundo y creamos recuerdos para toda la vida.
Hicimos historia porque trabajamos como uno solo y sacamos lo mejor de los demás.
Me hiciste fuerte de nuevo.
Me hiciste respetar de nuevo.
Me hiciste amar de nuevo.
Solo tú, Valentino, tenías el poder para hacer eso.
Y yo confié plenamente en ti.
Te apoyé de todo corazón.
Peleé todas tus batallas contigo.
Solo yo pude hacer que los deportes de motor fueran emocionantes para ti hasta el final.
Desde nuestro primer beso en la hierba en Welkom hasta nuestro último baile en Valencia este año, hemos vivido muchas aventuras extraordinarias.
Y luego estaban nuestros viajes especiales a Laguna Seca en 2008 y Catalunya en 2009.
Nadie tenía movimientos como nosotros en esos días, ¿verdad?
Assen también en 2009, cuando te ayudé a ganar tu carrera número 100.
¡Fue mágico!
Te he llevado durante 16 años de tu increíble carrera.
Pero también me has llevado en tu corazón.
De Mugello a Motegi, de Silverstone a Sepang y de Barcelona a Buriram, siempre hemos estado ahí el uno para el otro.
Te di todo, como tú me diste a mí.
Lo único que siempre atesoraré son nuestras charlas en la red.
Fuimos tú y yo contra el mundo.
Tú y yo éramos ‘Ride or Die’.
Pero, lamentablemente, incluso las historias de amor más bellas llegan a su fin.
Valentino, eres parte de mí.
Parte de mi historia.
Parte de lo que soy hoy y de lo que seré mucho después de que nos separemos.
La nuestra es una conexión que es realmente especial y te voy a extrañar más de lo que jamás imaginas.
Grazie, Valentino.
Con amor,
Tu YZR-M1«
