Triumph Street Triple R ABS - Prueba a fondo - Ciudad y Autovia
Esta semana he probado la Triumph Street Triple R ABS, la moto naked del fabricante de Hinckley que ya te adelanto que sorprende por su potencia, componentes y respuesta.
La «version R» de la Triumph Street Triple es un aviso a navegantes de llegó a finales del año pasado para situarse como un referente entre las motos naked.
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Triumph Street Triple R ABS – Prueba a fondo – Ciudad y Autovia
Gracias a Triumph España, disfrutamos durante una semana y más de 1.000 kilómetros de uno de sus buques insignia dentro del segmento de las motos naked. La primera impresión es buena, muy buena, me gustan las naked, con sus «pros» y sus «contras». La Street Triple R se presenta con un acabado gris mate y rojo, que denota ya por su aspecto, sobre lo que nos vamos a subir.
Lineas angulosas, escueto frontal, dos faros con forma más oval, que los antiguos y tradicionales redondos y un escape Arrow, que nada más arrancarla, te sacará una ligera y malévola sonrisa. Como se puede apreciar en la fotografías realizadas por el fotógrafo profesional, Jose Ramón Moreno, esta moto de Triumph atrae nada más verla.
Triumph Street Triple R ABS – Prueba en ciudad
Nos encaminamos hacia el centro de Madrid y a su «agradable» tráfico de media mañana. Lo primero a destacar es su silencioso y efectivo cambio de marchas, quizás tenga que ver que nuestra unidad monta el cambio Quickshifter, con el cual no hace falta utilizar el embrague para subir y bajar marchas. Aunque en ciudad es apenas útil, en zona de curvas, ya te aviso, que es una verdadera gozada. Por cierto, es un extra y no viene de serie.
En este modelo de Triumph, la primera marcha es larga, por lo que el uso en ciudad te permite no ir pendiente del cambio tan a menudo como en otros modelos. Las salidas desde parado, son limpias y rápidas, sin tirones y manteniendo la progresividad de su motor tricilindrico a partir de muy pocas vueltas. Muy de agradecer para el uso en ciudad.
La posición de conducción deriva de una «R», aunque su manillar ancho y una ergonomía más estudiada y más adelantada, la convierte en mucho más cómoda y menos exigente. Con 1.70 de altura, llegarás de manera cómoda al suelo con ambos pies y moverla en parado, no se hace complicado, aunque el ángulo de giro es reducido, pero hay que recordar que es una «versión R»
El cuadro de instrumentación te ofrece toda la información necesaria para el día a día y para aquellos, que busquen utilizarla en circuito, también. Un LCD completo con velocímetro, nivel de combustible, marcha engranada, tacometro, reloj, etc … y un lap timer, por si te aventuras al circuito con ella. Un detalle a estudiar por los ingenieros de Hinckley, es la ubicación de la pata de cabra, que queda justo debajo de la estribera y el cambio y que se hace engorroso sacarla.
La unidad que he probado montaba el sistema de ABS que he probado en toda su amplitud, gracias a unas complicadas condiciones climatológicas. El frenado en ciudad es rápido, eficiente y progresivo gracias a un par de pinzas Nissin de cuatro pistones y montaje radial en la parte delantera. Con un simple dedo frenas la Street Triple R, ofreciendo al principio un ligero lapso en la maneta que enseguida desaparece y frenando esta moto naked en pocos metros. El freno trasero, funciona correctamente, aunque he de decir, que soy de usar muy poco el freno trasero.
Triumph Street Triple R ABS – Prueba en autovía
Encaminamos la Street Triple R ABS y el que suscribe hacia nuestro destino, hacia tierras levantinas con 350 kilómetros de aburrida y anodina autovía, aunque estaba bastante equivocado, el viaje, no fue para nada «aburrido». Como compañera de viaje, una borrasca completa en toda nuestra querida España, así que armados de paciencia y un buen mono de agua, nos dirigimos hacia el sur.
La unidad de prueba venía equipada con una cúpula, que ayuda a soportar la fuerza del viento. La posición de conducción es cómoda, aunque al pasar los kilómetros, la sobrecarga en la zona de las muñecas, tenía que llegar. Su posición, como decía antes, deriva de una «R» aunque dulcificada.
Las suspensiones, duras de serie, te transmiten seguridad y cualquier defecto del asfalto, sensación, que personalmente me agrada ya que me gusta saber sobre lo que piso. Con una horquilla invertida Kayaba de 41 mm, completamente regulable, las sensaciones que ofrece la moto son limpias y sin concesiones. En la parte trasera monta un monoamortiguador que también cumple a la perfección, por lo menos en solitario.
Las nubes negras de la tormenta cumplieron sus amenazas y durante muchos kilómetros tuve que soportar una tromba de agua y granizo como hacía años que no veía. Los frenos y el ABS cumplieron de manera sobresaliente en estas complicadas condiciones de conducción y que me llevaron «a buen puerto», una gasolinera, sano y salvo. En ciudad, la situación se volvió a repetir, obteniendo el mismo resultado del completo equipo de frenos.
Es una moto naked, potente y con una protección frente al viento, casi nula, pero que en las zonas de las piernas no sufres los envites de este de manera agresiva. Tras más de 350 complicados kilómetros, las sensaciones son mas que positivas de este modelo, sobre todo de su motor tricilindrico, de su entrega de potencia y de sus componentes.
Tras dejar secar las botas, guantes y casco durante un par de días, pude realizar la prueba en zona de curvas, pero eso lo dejamos para la segunda parte de la prueba de la Triumph Street Triple R ABS.