Prueba Triumph Rocket X 2015

Prueba Triumph Rocket X 2015. Nos ponemos a los mandos de una de las «muscle bike» más imponentes del segmento, la versión décimo aniversario de la Rocket III. Un modelo exclusivo limitado a 500 unidades y que destaca por sus nuevos acabados y su impresionante aspecto general.

Prueba Triumph Rocket X 2015

Todos los años no se cumplen 10 años y Triumph quería ofrecer a sus clientes una versión especial de la Rocket III y para ello lanzó esta versión especial y numerada, la Triumph Rocket X 2015. Un modelo que a simple vista ya impresiona y que cuando te pones a los mandos, aún lo hace más.

Su gran motor de tres cilindros situados horizontalmente destaca por su presencia y es el alma de este modelo, ofreciendo la potencia necesaria para disfrutar de su conducción tanto en ciudad como en carretera. Todo en la Rocket X mantiene las proporciones porque parar esta «mucle bike» Triumph la dotó de un sistema de frenos de primer nivel con ABS, con discos de 320 mm y 316 mm en la parte delantera y trasera respectivamente.

A nivel de suspensiones la Rocket X dispone un material acorde a sus necesidades con una horquilla invertida con barras de 43 mm, así como un bastidor tubular de doble viga de acero que ofrece rigidez precisa, pero facilitando la conducción. Gracias al uso del cardan la potencia se transmite a su rueda trasera de 240 con total fluidez y seguridad.

Pero la Triumph Rocket X 2015 es una edición limitada a tan solo 500 unidades y donde el fabricante británico recurrió a los especialistas en pintura 8 Ball para dar una aspecto único. El trabajo realizado de pintura sobre este modelo es digno de motos de colección y para ofrecer ese aspecto se trabaja de manera manual más de 10 horas en cada unidad.

Pero además de los trabajos de pintura, la Rocket X se diferencia respecto a la versión estándar en los acabados en negro en componentes como el escape, la cúpula, el manillar, las palancas de cambio y freno o los retrovisores, dejando el cromado para destacar el completo cuadro de instrumentos que ofrece toda la información que puedas precisar.

Prueba Triumph Rocket X – La opinión del probador

Quien me conoce, sabe que para mi, las motos son mucho mas que cifras, es mas, no me suele gustar hablar de ellas, pero en este caso, voy a empezar por algunas cifras.

– 10 años lleva en el mercado la Triumph Rocket III
– 500 unidades de esta edición limitada denominada X
– 2.294 centímetro cúbicos que han distribuido en los tres cilindros que forman el motor de esta Rocket (Mas de 750 CC cada uno)
– 240 de rueda trasera para 150 de rueda delantera, simplemente con decirlo, ya MOLA!

Agitamos todos estos números, y que nos sale? La Triumph Rocket X 2015, para mi gusto, una motocicleta de las que mas me ha costado devolver al finalizar la prueba.

Desde la primera vez que la vi sabia que quería probarla, me gustan estos «bichos» grandes, y cada vez más, y si encima llevan ruedas gordas, mejor aun. Aunque el día que llegué a recogerla me intimidó un poco. La anchura del manillar, el deposito, su tamaño en general… es que es muy grande, (en foto, sinceramente parece mas pequeña).

Eso si, en cuanto empiezas a rodar con ella, la Triumph Rocket X 2015 se vuelve manejable, no vamos a decir que es una moto “ágil” como una deportiva, eso es impensable, pero para el tamaño que tiene si que lo es. Metidos en faena y circulando por carretera se mueve fácilmente, aunque hay que acostumbrarse a su neumático 240 trasero.

La Rocket X 2015 es una moto que llama la atención a su paso, a poco que observes un poco verás cabezas volverse a mirarla. Y eso, que para mi gusto, la rueda trasera queda demasiado tapada por el conjunto guardabarros/portamatricula. La decoración especifica de la edición limitada de la Rocket X 2015 es sobria pero espectacular, esa franja de aluminio que la atraviesa es de lo mas bonito que he visto en una moto, eso si, pintarla lleva unas 10 horas por unidad (pintada a mano).

Circular con la Triumph Rocket X 2015, es una experiencia indescriptible, literalmente te sientes el amo de la carretera y la sonrisa no se borra de tu cara (especialmente cuando sacas la potencia de su motor).  En ciudad se nota su peso y su tamaño sí toca circular en atasco pero el exquisito tacto de su embrague ayuda muchísimo.

Del mismo modo, si como suele ser habitual toca echar el ancla, la potencia de su frenada acompañado de la retención del motor hace que toda esta inmensidad de más de 400 kg se detenga sorprendentemente rápido, gracias también a su magnífica horquilla.

Cuando sales a carretera, se nota claramente para que está diseñada. Su misión en este mundo, es devorar kilómetros. Entre 100 y 120 km/h esta Triumph es una auténtica delicia, disfrutar rodando sobre ella es una sensación magnífica. Pero si decides «retorcer la oreja» responde contundentemente, acelera sin piedad y es capaz de llevarte bastante por encima de los límites legales (y también de los límites de resistencia de tu cuello).

A pesar de su tamaño, la Triumph Rocket X inclina bastante más de lo que a simple vista podría parecer, de hecho en ningún momento hemos rozado ni estriberas ni escape…. (y no quiero ni pensar lo que debe ser sentir algo de esa moto rozando el suelo). No es su estilo el de ir arrastrando estriberas, pero desde luego permite mantener un ritmo alegre en tramos de curvas.

Sus 24 litros de depósito hacen que no haya que estar extremadamente pendiente de la gasolina, habiendo hecho en carretera más de 300 km con un depósito (aunque el consumo urbano sube bastante).

Como ya he dicho, esta Triumph Rocket X es una moto, difícil de devolver, una moto, que te hace sentirte orgulloso de ir sobre ella, te alimenta el ego a base de miradas y desde luego que para ir de paseo por ciudad o de terracitas es una de las motos más fardonas que te puedes encontrar.

Eso sí… Ya se sabe el dicho…. La moto del empleado no debe ser mejor que la moto del jefe… No sea que por la envidia… Decida que te paga demasiado. Que al final, esta Triumph Rocket X cuesta sus 20.000 euros que aunque para la moto que es no creo que sea cara, no deja de ser mucho dinero.

Probador: Jose Ramon Moreno / Fotografía: Delasmon Audiovisual

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