KTM, fiel a su ADN en MotoGP: chasis tubular de acero y suspensiones WP

La KTM RC16 es una ‘rara avis’. En tiempos en la que los fabricantes de MotoGP recurren de forma sistemática a los chasis de aluminio y las omnipresentes suspensiones Öhlins, el prototipo de la firma austriaca busca la excelencia desde un concepto muy distinto.

Pol Espargaró es, una temporada más, punta de lanza del proyecto de KTM en MotoGP.

Competir en MotoGP es hacerlo frente a los mejores. KTM está sufriendo en su propia piel este mantra, pese a ser una marca realmente exitosa. Las grandes victorias que la firma con sede en Mattighofen ha logrado en el Dakar, en casi cualquier disciplina off-road o en las categorías de menor cilindrada del Mundial no están teniendo su reflejo en la clase reina. Pese a todo, KTM no renuncia a su seña de identidad para lograr el éxito.

En este aspecto, se puede decir que KTM se mantiene fiel a su ADN en MotoGP, lo que provoca que la KTM RC16 sea un valor atípico. Bien es cierto que KTM ha imitado a otros fabricantes en el diseño de su motor, si bien la pérdida de su propulsor ‘screamer’ por un concepto de motor con cigüeñal de contrarrotación da incluso más valor a la apuesta en firme por una RC16 con una arquitectura única.

Al final, la KTM RC16 es un fallo en ‘Matrix’, un punto que se sale del guión establecido. En un mundo de chasis de aluminio y suspensiones Öhlins, KTM mantiene el tipo en MotoGP con una moto que se cimenta sobre un bastidor tubular de acero con suspensiones integradas WP. Concepto opuesto y nacido en las entrañas de KTM, puesto que todos los componentes son diseñados por la firma austriaca. No obstante, ser diferente también es un valor añadido.

Miguel Oliveira durante la disputa del GP de Qatar con la KTM del equipo Tech 3

El propio Pit Beirer, jefe de competición de KTM, ha reflejado una vez más esta esencia que mueve a la marca: «Cambiar no es una opción. Hemos llegado muy lejos con nuestra propia idea. Competimos con una moto diseñada por completo, incluidas suspensiones, en nuestro grupo a partir de un bastidor tubular. Esta mentalidad nos ha brindado grandes éxitos y nos ceñiremos a esta arquitectura. Tenemos un amplio conocimiento de los materiales que usamos».

«MotoGP es una locura, todos avanzan rápidamente. Sin embargo, hay sectores en los que ya hacemos los tiempos que Marc Márquez hizo el año pasado. Si le dices a alguien que KTM tendría una moto que sería capaz de esto, no lo creería. Esto significa que la RC16 tiene un nivel realmente alto y es de gran calidad. No será fácil, pero tenemos que tener éxito con nuestra idea, con lo que tenemos. Y lo haremos» ha añadido Beirer.

Desde que KTM debutó en MotoGP con la RC16, la firma austriaca ha logrado un único podio. Si bien la progresión de la marca ha sido notable, todavía está lejos de ser una alternativa real a los tres grandes fabricantes del certamen, papel que sí parece que ya ha alcanzado Suzuki. Sea como fuere, KTM ha decidido ser fiel a su filosofía y sólo el tiempo dirá si este es el camino correcto, aunque sin duda es el más genuino.