Prueba Benda Napoleon Bob 500: Una custom A2 con zarpazo felino


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Precio 6.490 €
Carnet a2
Cilindrada 475.6 cc
Potencia 47 cv

Si; es custom, cruiser, bobber o como lo quieras llamar. Y si; viene de una marca que apenas conoces. Y puedes prejuzgar, sin es lo que te pide el cuerpo. Es lo que solemos hacer con muchas motos así. Pero ya te digo que te equivocarás: estás ante una de las custom más originales y llamativas de los últimos años, que además es más cómoda de lo que parece, más divertida de llevar y más eficaz. Y no; no es de una reputadísima marca histórica americana ni lleva un motor de más de 100 «pulgadas cúbicas» ni cuesta lo que la entrada de un piso. Es china, es 500, para el A2 y cuesta menos de 7.000€. Y tiene nombre de gato.

¿Y quién es Benda?

Pues tal y como sospechabas, efectivamente es una marca nueva, que viene de China. Pero no; no es de esas que han llegado con tres contenedores de motos fabricadas «de aquella manera» si no un proyecto muy serio con gran ingeniería detrás. Benda es una de esas nuevas marcas que han nacido con la mirada puesta en los mercados occidentales, con la clara intención de satisfacer tanto al exigente mercado europeo como al propio mercado chino, -ya enorme mercado chino- que ha madurado considerablemente y ahora demanda motos de mayor cilindrada y calidad.

Hace poco más de un año asistimos a  la presentación de la nueva marca. Nos acompañó en aquella ocasión Li Bo, jefe de diseño de Benda y también cofundador de la marca. Su trayectoria habla por sí sola: ha trabajado para Audi, el estudio de diseño Kiska y KTM, antes de embarcarse en este proyecto ambicioso. Según nos explicó, el departamento de desarrollo de motores ocupa actualmente la mitad de una de sus fábricas… y no hablamos precisamente de instalaciones pequeñas.

Lo interesante es que, a diferencia de otras marcas emergentes que diversifican rápidamente su catálogo, Benda ha optado por una estrategia mucho más enfocada. Su gama actual (y la que está por venir) está claramente orientada hacia el segmento cruiser de media y gran cilindrada, en un movimiento inteligente: es un nicho donde ahora apenas hay marcas y las que hay, como Harley-Davidson o Indian, se dirigen a la parte más elevada de precios del segmento.

Otro aspecto diferencial de Benda es su independencia. No forma parte de ningún grupo industrial previo ni es una submarca de otra firma más grande. Ya cuentan con dos fábricas propias en China, dotadas de una capacidad de producción capaz de plantar cara a cualquier marca consolidada. Sin embargo, para potenciar su expansión internacional han establecido una alianza estratégica con un socio clave: el grupo Keeway. Esta colaboración les permite tener una red de distribución sólida no solo en España, sino también en medio mundo, donde también están desembarcando ya.

Napoleon Bob: un estilo que impone respeto

Hace menos de 10 años que Benda empezó a trabajar motos. Y como te digo ya tienen dos fábricas propias. Una de ellas, la que ahora es sede de la marca estaba antes ocupada por una colonia de gatos. Si; gatos. Parece ser que de razas Chinchilla y Napoleón. Y se quedaron, pasando a ser una especia de mascotas de la marca. De ahí, a ser «padrinos» de los modelos de la marca, como esta Napoleon Bob. Y deberían estar orgullosos de ello.

Por que desde luego, la Benda Napoleon Bob 500 es todo un ejercicio de diseño diferente. Una silueta elegantemente bobber: baja, larga, con llantas de palos en 16 pulgadas con neumáticos anchos, ese asiento monoplaza, los clásicos y acertados colores negros y dorados de las motos inglesas de los años 30. Y sobre todo: esa maravillosa horquilla delantera que, siendo una telescópica estándar se hace pasar por una horquilla de paralelogramo. Además, sus proporciones se han dibujado con mucho acierto: en parado, esta moto parece de mayor cilindrada pero sobre ella no es masiva ni pesada ni enorme, como suelen ser las custom de este estilo estético.

Tampoco se ha escatimado en elementos estéticos: escape doble corto en paralelo, faro LED redondo con DRL circular, intermitentes minimalistas y un guardabarros trasero que corta justo donde debe. La suspensión trasera, en cantilever lateral está convenientemente oculta para simular un chasis rígido. El radiador del motor refrigerado por agua también. Y cuenta con detalles como esas huellas de gato sobre los tapones de la horquilla, un simpático guiño a los que conocen esa corta historia de la marca o el nombre del neumático (Timsun) grabado en la propia banda de rodadura.

Motor: bicilíndrico suave y enérgico, con carácter inesperado

El corazón de esta «moto-gato es un bicilíndrico en V de desarrollo propio. es un motor con carácter propio y bien pensado: mueve una custom y su estética exterior cumple con una interpretación moderna y actual de esos cánones. Por dentro sin embargo equipa tecnologías bastante más avanzadas de lo clásico en el segmento custom: nada de varillas empujadoras de válvulas; nada de «air cooled». Aquí encuentras  culatas multiválvulas con doble árbol de levas y refrigeración liquida. Se trata de un propulsor de carrera corta (69 x 63,6 mm), capaz de entregar los 47 CV máximos que permite el carnet A2 a 8.800 rpm, con un par de 42 Nm a 6.700 rpm. Sobre el papel y en la práctica, su respuesta es perfectamente adaptada al estilo relajado —pero no lento— de esta bobber. El conjunto se completa con una caja de cambios de seis velocidades y una transmisión final por correa dentada, que aporta un funcionamiento suave y sin tirones.

En marcha el motor se muestra suave y agradable, Al arrancarlo suena roncos como debe ser en una moto así. Ni hay vibraciones hasta que no lo subas de vueltas, cosa que hace con facilidad: es de carrera corta, una solución más vista en motores deportivos que en los de este estilo pero que una vez probada esta moto desde luego no ha sido mala decisión. Un desarrollo de transmisión bastante corto le da buenas aceleraciones y recuperaciones dignas de una custom bastante mas grande aún a costa de sacrificar algo de velocidad punta. Nada grave: con la posición clásica de una bobber, con pies y brazos algo adelantados y el cuerpo haciendo de paracaídas no necesitas -no quieres, ya te lo digo- una velocidad punta excepcional. Mejor rodar más tranquilo y pensar en el paisaje, en lo agradable que resulta la Napoleon Bob… y en lo chulo que estaría hacer una «mini-Ducati A2» con un motor como este. Así de divertido resulta.

Parte ciclo: Ágil, noble, fácil….y bajita

Un chasis en acero, bien diseñado y con un curioso acabado rugoso sirve de estructura principal a la Napoleon Bob. Lógicamente ha sido diseñado para esta estética y por tanto es bajo y largo, dando lugar a una altura de asiento de sólo 695 mm. El manillar, que según Benda es tipo «Flying Wing», las estriberas algo adelantadas pero en una posición lógica y el asiento monoplaza, grande, cómodo y algo retrasado dan lugar a una posición típicamente custom, pero relajada y aceptable: nada forzada. h

Las suspensiones son gran parte de la «magia» de esta moto. La horquilla, escondida bajo esas fundas que la hacen parecer de paralelogramo, son estándar, sin regulaciones. Detrás un sólo amortiguador lateral, escondido tras una tapa para darle esa apariencia aún más retro. Ambos elementos tienen un tarado tirando a deportivo para los gustos custom: son firmes, pero amortiguan. De hecho, un aplauso para el amortiguador trasero: estos amortiguadores que van anclados justo debajo de ti, en motos con estas geometrías, suelen resultar bastante rebotones. Con la Benda tienes que entrar «a saco» sobre los baches para que lo sea. Si entras a un ritmo normal verás como el amortiguador hace su trabajo correctamente.

Los frenos también trabajan muy bien. Delante lleva un disco de 320 mm y detrás monta 260 mm, por supuesto con el obligatorio ABS. Este no resulta intrusivo y el tacto tanto en las manetas como en el pedal es bueno, con más que suficiente poder de detención de los poco mas de 200 Kg de la moto.

Equipamiento: justo pero bien resuelto

No esperes una pantalla TFT ni conectividad Bluetooth. El cuadro de instrumentos es una esfera digital de diseño clásico con información básica: velocidad, tacómetro, nivel de combustible, marcha engranada y poco más. Cumple su función, es bien visible y suficientemente completo. Y sobre todo, está muy bien integrado en el estilo de moto y del manillar, aportando una imagen moderna sin romper el estilo de líneas generales clásicas de la moto. La llave de contacto se inserta en el lateral de la pipa de dirección pero lleva el bloqueo justo al otro lado: se gestiona desde una cerradura independiente, algo un tanto anticuado e incómodo.

En cuanto a iluminación, toda la moto equipa tecnología LED. El faro delantero ofrece una buena proyección y aporta un toque moderno al conjunto. Los acabados están por encima de lo que esperábamos: pintura de calidad, ajustes correctos y ningún crujido indeseado en marcha, en una moto que como ves, no necesita de más cosas aunque tampoco incurre en lujos que encarecieran el producto final.

Comportamiento: mas sport de lo que parece; más utilitaria de lo que te crees

La Napoleon Bob se ha diseñado para epatar; para girar cabezas a tu paso. Lo hace. Pero generalmente las motos así suelen implicar «costes» en otros ámbitos: son incómodas en el uso diario o en carretera no acaban de ir como deben. Ya sabes: «para estar guapa hay que sufrir», decían. No ocurre eso con esta Benda.

Es una bobber original y diferente; llamativa sin duda. Pero también es una 500 del A2, pensada para utilizarse a diario y casi en cualquier circunstancia. Y eso es lo más destacable: que hace todo razonablemente bien. En la ciudad no es excesiva ni de larga ni de ancha. Lleva los espejos en las puntas del manillar pero no sobresalen en exceso. Vas sentado algo atrás pero no llega a ser cansada por que no te fuerza la posición. El enorme neumático delantero (150/80-16) parece que va a pesar un quintal y no; se mueve bien. Vale; en parado del todo pesa más que el de un scooter pero desde luego no es lo que en otras motos de este estilo. Y un motor suave, unos mandos de mantequilla y un asiento bajo hace que sea una moto agradable en ciudad, con el único límite de un radio de giro justo, que obliga a maniobrar. Tampoco esto es difícil.

Sacarla a carretera es también agradable. El cambio es algo corto de desarrollo, algo que en la ciudad viene hasta bien. En una carretera revirada también. Quizá en la autovía es donde esta transmisión se nota corta. A 100 km/h, el motor gira a menos de 5.000 rpm y puedes rodar durante horas sin esfuerzo. A 120 empieza a ir alto de vuetlas. Por encima de 140 vas cerca del tope y forzando aunque lo cierto es que a parte de una cierta vibración en las estriberas no hay más protestas por su parte. Además; no es para ir así: a esa velocidad la posición de conducción empieza a ser incómoda por el viento.

Es una moto que invita a disfrutar del viaje, más que a devorar curvas o marcar tiempos. Aunque eso no significa que no puedas pasarlo bien: si le buscas las cosquillas, responde con aplomo. Es noble y pisa bien tanto de delante como detrás. Cuando animas el ritmo, cosa que el motor no solo permite si no que hasta «aconseja» la moto se deja llevar. Cuesta un poco acostúmbrate a estas geométricas, pero se comporta con mucha nobleza y sin reacciones extrañas. Eso si, cuando te has acostumbrado andar rascando el asfalto con ambas estriberas, algo bajas, es constante. Sería divertido si no es por que no hay ni avisadores y no es de recibo tener que considerar a los reposapiés como «piezas de desgaste» como los neumáticos o las pastillas de freno. Frena bien, acelera con ganas y suspensiones y neumáticos, sobre suelo seco, animan la fiesta, sin duda.

Eso si; esta diversión será a solas: el asiento, como ves, es monoplaza (mas cómodo de lo que parece); no hay estriberas traseras ni posibilidad real de acompañante: es una moto monoplaza y esa es su homologación legal.

Opiniones finales prueba Benda Napoleon Bob 500

La Benda Napoleon Bob 500 no es solo una moto llamativa y pintona. Es una propuesta valiente, bien ejecutada y con un planteamiento muy claro. Ofrece estilo custom auténtico, una mecánica más que solvente y una presencia imponente por un precio ajustado. Por 6.750€, un precio muy asequible por una V2 de esta categoría, tienes una bobber con personalidad, sin complejos y con mucho que decir.

Una moto que anda bien, con componentes de mejor calidad de lo que en principio pude parecer y que consigue no sólo ser una escultura rodante, como se suele decir si no que es una moto real, utilizable y agradable, que además se puede llevar con el carnet A2.

Probador: Daniel Navarro

Fotografía: Mario Rodrigo

Opinión BENDA Napoleon Bob 500 2025


Nos ha gustado
  • Estética rompedora y diferente
  • Utilización real, tanto en ciudad como carretera
  • Acabados de calidad
Mejoraríamos
  • Altura libre al suelo justa
  • Bloqueo de dirección en una cerradura distinta
  • Imposibilidad de utilización biplaza

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