Prueba Suzuki GSX-8S - ¿Potencial infinito. Diversión sin límites?

Suzuki nos invitaba a la presentación de la nueva Suzuki GSX-8S para conocer de primera mano sus novedades de esta naked / streetfighter y la nueva V-Strom 800DE, la cual pronto tendréis la prueba al completo. Bajo el eslogan «Potencial infinito. Diversión sin límites» ha sido desarrollada esta GSX-8S, pero ¿de verdad es así? Pues vamos a descubrirlo.
Nos desplazamos hasta la sierra de Madrid para realizar la prueba y nos reciben 10 modelos perfectamente alineados en color azul, tan habitual en la marca japonesa. Además, está disponible en dos colores más (blanco con llantas azules y negro en dos tonos). La primera apreciación es, las fotografías engañan. Es mucho más atractiva a la vista que en imágenes de prensa.

Prueba Suzuki GSX-8S
Se muestra como una moto compacta, sensación que luego se confirmará en marcha. No voy a repetir muchas más veces que el segmento que más me gusta es el de las naked deportivas y esta GSX-8S me recuerda a las míticas «StreetFighters» de los años 90 o principios de los 2.000. El frontal tiene personalidad, con los dos faros helicoidales con tecnología LED, así como las tiras laterales que son luces de posición.
Detrás, un colín afilado, con la luz de freno en la parte baja y los intermitentes, que siguen la sintonía del conjunto, pero que llegan con bombilla halogena. ¿Por qué para el mercado americano son de Led y en Europa halógena? No te lo puedo decir, pero me alegro del cambio, algo que no me gustó en la prueba de la Suzuki GSX-S950. Al subirte se aprecian muy buenos acabados, materiales y remates.
El diseño en general tiene personalidad, algo de agradecer hoy en día, en que cada vez, las motos se parecen más entre ellas y pocas marcas arriesgan a sacar un producto diferenciador, así que bravo por Suzuki. El diseño es un punto discutible y que va en gustos, así que poco más que aportar en este área, así que pasemos a la ergonomía.

Prueba Suzuki GSX-8S
El manillar presenta una correcta amplitud, algo más corto que sus rivales, algo más bajo y que te lleva a llevar una posición algo más deportiva y cargar algo más peso sobre las muñecas. Las piñas de mandos son compactas, con los botones bien ubicados y accesibles. El triángulo ergonómico, junto con la altura del asiento a 810 mm y la ubicación de las estriberas, no tan retrasadas, favorece una posición, sin embargo, cómoda. La dureza del asiento, se hace patente cuando llevas bastantes kilómetros, pero para mi gusto personal, esto no es un punto negativo.
El acompañante tendrá que convivir con un asiento correctamente amplio y unas estriberas, algo elevadas. Si a tu acompañante no le gusta esta posición, hay dos opciones, o cambias a la Suzuki GSX-S 1000 GT o que se busque otro piloto. Una vez en marcha, como buena naked, protección nula. El asiento permite moverte con facilidad, descolgar y encontrar una correcta ergonomía, con ese compromiso entre confort y deportividad.
Ya está bien de mirar esta GSX-8S y es hora de comenzar la prueba dinámica, así que con un solo toque al botón rojo, el motor cobra vida, gracias a un sistema electrónico de arranque fácil sin embrague, uno de los diferentes sistemas electrónicos que incorpora este modelo. El motor suena alegre y el escape emite un atractivo sonido ronco, reforzando ese carácter deportivo.

Prueba Suzuki GSX-8S
Los primeros kilómetros de esta prueba de la Suzuki GSX-8S discurren atravesando poblaciones de la sierra madrileña, y se hace un modelo fácil de llevar a bajas vueltas, gracias también, al asistente «Low RPM Assist» otro de los sistemas electrónicos. Sin haber tocado ciudad, creo con seguridad que será una moto cómoda de conducir entre el tráfico urbano, por sus dimensiones y ergonomía.
Es hora de ver que nos ofrece esta GSX-8S en carretera y ver la respuesta de su nuevo motor, parte ciclo y electrónica. Primer punto a destacar, el cambio rápido bidireccional (de serie) y que a los pocos kilómetros te hace olvidarte del embrague, que además es suave y de accionamiento correcto. Subir o bajar marchas, con un solo toque es una gozada y más cuando el sistema funciona correctamente. Un toque al gas y entran o bajan las marchas con bastante suavidad.
La carretera empieza a retorcerse mientras nos adentramos en la sierra madrileña y el ritmo aumenta (se puede comprobar en la vídeo prueba) y aquí comienza la diversión, de verdad. El bicilíndrico de 776cc entrega 82 cv con una parte baja de revoluciones que suben con alegría (voy en modo A de Activo) y estira hasta más allá de las 7.500 rpm con firmeza.

Prueba Suzuki GSX-8S
Las reducciones son agradables, gracias al embrague antirrebote que hace que el neumático trasero de 180 no sufra con ellas y no deslice. Además, con el control de tracción en el modo menos intrusivo (tiene 3 y además es desconectable) las sensaciones son de régimen deportivo, pudiendo llevar un ritmo alto, rápido y con sensaciones muy asentadas en este segmento.
Si a esta potencia y electrónica, le añades una parte ciclo, al mismo nivel, pues eso, a divertirse (con conocimiento) en carreteras reviradas. El nuevo chasis y basculante, ofrecen la rigidez necesaria, la suspensión delantera, con horquilla invertida no regulable, ofrece un tarado tirando a duro, pero que a la vez, en los resaltos en pueblos, no se mostró excesivamente seca. Detrás, pues podemos regular el amortiguador y adaptarlo si vamos con acompañante.
En el paso por curvas rápidas, se aprecia un gran aplomo, sin oscilaciones ni bamboleos, transmitiendo de manera correcta lo que ocurre en el asfalto y sobre todo, sin un hundimiento excesivo. Cuando abres gas a la salida de la curva, no se hunde de atrás y el Dunlop de 180 agarra con ganas, aunque no sea un neumático para un uso deportivo.

Prueba Suzuki GSX-8S
De la frenada se ocupan dos discos en la parte frontal de 310mm con una maneta regulable que ofrece mordiente desde el primer toque, pero a la vez siendo bastante progresiva, lo cual te permite dosificar la frenada. Esto es una toma de contacto, pero que un sistema de frenado te ofrezca esa sensación nada más subirte, ya denota que con el paso del tiempo, los usuarios aparecieran este hecho.
Tanto el ABS como el freno trasero, cumplen a la perfección con su cometido, y te puedes apoyar en la palanca notando como cumple con su trabajo, mientras que el sistema de ABS no es nada intrusivo.
Si de electrónica este modelo va sobrado, toda esa información se muestra en una pantalla TFT a color de 5″. Bien organizada la información, con muy buena visibilidad y que podemos gestionar desde la piña izquierda con dos o tres toques, pudiendo cambiar de modo de conducción en marcha o ver los diferentes Trips e información.
En resumen, Suzuki ha presentado esta nueva GSX-8S y lo hace con armas para ser uno de los modelos referencia del segmento de las naked deportivas de media cilindradas (aptas para el A2) con un nuevo e interesante motor, una parte ciclo y electrónica a gran nivel y un precio bastante competitivo.

Prueba Suzuki GSX-8S
Probador: José M. García.
Opinión Suzuki GSX-8S 2025
- Potencia
- Diseño y acabados
- Parte ciclo
- Electrónica
- Tacto freno trasero