MV Agusta Brutale 800 2026

La Brutale 800 regresa como la naked media que condensa el ADN de MV Agusta: diseño escultural, mecánica excitante y electrónica de vanguardia. Nace como acceso a la marca, pero conserva todo aquello que hace especial a una MV: tacto deportivo, componentes de calidad y una estética reconocible a metros. Con un precio anunciado de 12.600 euros (mercado italiano) y 5 años de garantía de fábrica, la Brutale 800 se posiciona como una opción muy atractiva para quien busca un espíritu artesano sin renunciar a la usabilidad diaria.

La Brutale 800 mantiene las líneas que la han convertido en un referente del diseño italiano. El faro LED de forma de gota con función “cornering” y DRL aporta firma lumínica propia y mejora la iluminación en curva. El subchasis visto, el escultural basculante monobrazo y la triple salida de escape forman un conjunto compacto y agresivo, rematado en la nueva decoración Rosso Ago Opaco (mate), que subraya su carácter sin caer en estridencias. Más allá de lo visual en esta moto naked deportiva, cada detalle está al servicio de la experiencia: la triangulación manillar-asiento-reposapiés busca equilibrio entre control y confort, y la ergonomía invita a disfrutar tanto de una carretera de curvas como de un desplazamiento urbano.

En el corazón de esta MV Agusta, el conocido tres cilindros de 798 cc actualizado a Euro 5+. Entrega 113 CV a 11.000 rpm y 85 Nm a 7.500 rpm, cifras que, combinadas con su cigüeñal contrarrotante de inspiración MotoGP, se traducen en un motor que sube de vueltas con viveza y ayuda a la moto a cambiar de dirección con agilidad.

La caja de 6 velocidades incorpora EAS (quickshifter) up&down, de modo que las transiciones son rápidas y limpias, reduciendo esfuerzos en conducción deportiva y aportando comodidad en el día a día. La gestión electrónica revisada cumple con la nueva homologación sin perder el carácter sonoro que distingue a la Brutale gracias a su escape triple. En resumen: empuje lleno en medios, estirada alegre y ese timbre metálico que enamora a los amantes del tricilíndrico.

La Brutale 800 se beneficia de una IMU de 6 ejes que monitoriza el comportamiento de la moto en tiempo real para gestionar control de tracción, ABS en curva y RLM (Rear Lift Mitigation), que reduce el levantamiento del tren trasero en frenadas fuertes. A ello se suman cuatro modos de conducción (Rain, Sport, Race y Custom) ajustables mediante acelerador electrónico ride-by-wire, afinando la respuesta del gas y el nivel de intervención según la situación o el gusto del piloto.

El cuadro de mandos es una pantalla TFT de 5,5” con Bluetooth y Wi-Fi, control de crucero e integración completa con la app MV Ride para navegación, ajustes y registro de rutas. Como novedad, el Advanced Connectivity Device viene de serie: antirrobo integrado, geolocalización y envío de SMS de emergencia, un plus de tranquilidad tanto en ciudad como en viajes. Todo este arsenal tecnológico no sólo mejora la seguridad, también hace más fácil “vivir con ella” a diario.

La base es el clásico chasis multitubular de acero de MV, rígido y ligero, que aporta precisión en apoyos rápidos sin sacrificar feedback. Delante, una horquilla Marzocchi de 43 mm con 125 mm de recorrido y ajuste completo (precarga, compresión y extensión). Detrás, un amortiguador Sachs con 130 mm y las mismas posibilidades de regulación. Esta combinación permite personalizar el tacto según el tipo de carretera o el estilo del piloto.

La frenada corre a cargo de Brembo, con nuevas pinzas M4.32 mordiendo discos flotantes de 320 mm delante y un disco trasero de 220 mm; las bombas de freno y embrague Nissin aportan consistencia y tacto progresivo. El conjunto rueda sobre llantas de 17” y neumáticos Bridgestone S22 en medidas 120/70 y 180/55, una elección que prioriza agarre y rapidez de calentamiento para brillar tanto en rutas como en tandas ocasionales. El inevitable basculante monobrazo no es sólo firma estética: facilita tareas como el tensado de cadena y aporta rigidez al tren trasero.

La Brutale 800 quiere ser la MV para el que busca entrar en la marca sin renunciar a esa sensación especial al abrir gas. Su potencia es aprovechable, el paquete electrónico quita sustos y la ergonomía no castiga. No pretende ser la más radical de la casa, pero sí una naked deportiva equilibrada: ágil, reactiva y con el punto de exclusividad que esperas de Varese.

Como contrapartida, su enfoque premium y componentes ajustables invitan a dedicar un tiempo a la puesta a punto para sacarle todo el partido; quien prefiera “olvídate y disfruta” quizá no explote su potencial. A cambio, la garantía de 5 años es un argumento sólido de fiabilidad y compromiso poco habitual en el segmento.